miércoles, 12 de septiembre de 2007

La senda del olvido

La senda del olvido,
la cual ya está conmigo,
empezó una tarde de agosto,
cuando yo dejé de contemplar
tu bello rostro,
cuando una pelea con nuestro amor
acabó, y siendo las peleas
nuestras fieles compañeras
acabamos comiéndonos enteras
las pasiones antes placenteras
que un día triste en odio
insoportable se convirtieran.
Solo quiero olvidarlo, y para ello
he iniciado la senda del olvido.
La senda del olvido, una vez que la tomas
nunca vuelves a ser persona
capaz de amar, de querer, de respetar,
te conduce hasta la noche,
hacia la oscurantia de los sentimientos,
te obliga a convertirte en un oscuro ser,
el cual un escudo establece para no
volver a ser destrozado en su ya dañado
y remendado corazón.
Amor, en que me convertiste,
si después del desastre desapareciste
con las manos por delante diciendo no,
solo soy un ser sin paz, sin mundo interior ya,
una vacía carcasa, por la que el tiempo pasa,
se deteriora y aja, logrando que la mortaja
acuda antes que un nuevo amor.
Es la senda del olvido, amigo te lo digo
mal camino, por que te conviertes
en una parodia de lo que antes era
solo una persona, y ahora un animal
sin sentimientos asoma.
Con la capacidad infinita
de dañar a los demás, es un nuevo
status que a todos causa daño,
porque no te fijas en que hay
otras cosas que la del egoísmo
en que se encierra uno mismo.
Es la senda del olvido,
la que empieza a estar conmigo,
la que por las noches
no me deja descansar,
la que me atormenta,
la que me revienta
la que logra que odio sienta
por toda la humanidad.
Es la senda del olvido, en definitiva
tu peor enemiga, una triste compañera
que hace que nunca más
puedas levantar tus ojos y mirar
a la gente que viene y va,
que puede disfrutar ya,
de cosas que no fueron,
quizás nunca sucedieron,
porque quizás tu vida, mi propia vida
nunca fue destinada a destacar
solo en la tarea de amar, y mi fin
veo cercano, cojo ya una pistola en mi mano
no lo puedo soportar más.
Es la senda del olvido, la que acaba de lograr
que en el olvido pueda ya estar.
Y con mi mano, empujo el gatillo
se oye un pequeño chasquido,
un terrible estallido,
olor a pólvora en el aire
y ya todo se acabó.
Es la senda del olvido, pongo a Dios por testigo
la que ha acabado conmigo.

Que injusto es todo

Que es injusto es todo,
acabar así por un malentendido,
dejar así una bonita relación
acabar los dos separados
por un muro de odio
y de desamor.
Que injusto resulta, cariño
que los dos encontremos
nuestro camino para
siempre separados por
nuestro terrible destino.
Nunca olvidaré lo que provocó
la desunión, aunque quizás
lo peor no fuese eso,
fuese mi deleznable comportamiento,
ya que fui injusto contigo, ya que
tú no lo fuiste conmigo,
ya que la vida ya no tiene sentido,
nunca dejaré de pensar, solo contigo.
Me duele terminar ni siquiera siendo
simples amigos, y hemos acabado
siendo encarnizados enemigos,
por lo cual nunca me voy a perdonar
haber sido injusto contigo.

Dedicado a tí

Pero te quiero decir tantas cosas, y eres tan y tan misteriosa, que es casi imposible hablar contigo.
Si entro aquí es por que me gusta releer lo que pusiste en su día para tu búsqueda, y intentar encontrar el significado exacto de cada palabra, ya que detrás de ella se oculta un significado oculto, maravilloso, por lo poco que he podido ir descubriendo el escasísimo tiempo que nos llevamos intercambiando correos, tanto de este web como de buzón normal de correos.

También he notado, que quizás te haya presionado demasiado, y estés un poco cansada y agobiada por mis mensajes, que al principio tanto te gustaban, y así me lo expresabas. A partir de que nos conocimos, en ese fugaz y frugal encuentro, te dije que me habías dejado con asombradísimo y sin poder articular palabra durante un buen rato, ya que he conocido por experiencia propia que la gente se oculta detrás de estos perfiles ocultando su propio ser, y en tu caso no me decepcionaste y al contrario, eres como la musa que sueñan todos los poetas, la verdad, eres exactamente como seria la mujer de mis sueños. Alta y bellísima, con un alma sensible que espero no haber asustado con mi apasionamiento, y te agradezco inmensamente que vinieses el viernes solo por satisfacer mi curiosidad, aunque también la tuya propia, supongo.

Tras este encuentro, tras el que te confesé por teléfono y por sms la sensación que me habías causado, que te veía demasiado lejos, y es por que tanta belleza y elegancia deslumbra a cualquiera. Ojala sigas queriendo saber de mí, me encantaría dialogar contigo, departir de todo lo que quieras saber de mí, de ti, no me importa que me vayas diciendo las cosas a tu manera, si es que algo más me quieres contar.

Lo mismo que tú no quieres ser lastimada, tampoco lo quiero ser yo, y de veras, supongo que es lo normal el que estés más distante, y que no quieres que nadie se entere de todo esto, lo comprendo perfectamente, de veras.

Tú sabes que yo me conecto de cuando en cuando, lo sabes perfectamente. No es para responder mails, que solo contestaba los tuyos. De que conectes aquí o no, eso solo es cosa tuya, nadie te va a prohibir seguir buscando, de hecho, nadie menos que una persona que siente algo por ti, debe quitarte ese derecho, aunque ciertamente, no puedo evitar el sentir cierto temor cuando te veo conectada, pero ya digo. No soy yo quien para decirte nada, pero es normal que el algo siente, pues se vea "turbado", ya veo que a ti no te importa lo que haga yo. También lo entiendo, solo soy un completo desconocido, que además te ha hecho enfadar, pero soy así de impaciente cuando algo o alguien me interesan de veras.....
Ya te dije que el verano y la soledad son malas consejeras, y Madrid es muy grande, y muy poco acogedor con los sensibles, de hecho, a mí al menos me machaca, por eso el otro día estaba así. Por eso me mostraba tan inseguro, tan como me dijiste bajo de autoestima, pero es que en eso, intervienen muchos factores, y el principal Noemí, es ser feliz, y para ello es fundamental el sentirse amado, es el mayor remolque del que tirar que se puede tener en esta vida, es la mayor razón para continuar adelante frente a la adversidad.

Ya no se si te agrada que te lo diga como antes, parece que eso ha cambiado. Y si es por que estás con tu gente, pues lo entiendo. Pero si hay algo que deba saber, pues sincérate, prefiero que me hagas daño ahora, que casi no nos conocemos, que cuando haya pasado una semana, y no me cojas el teléfono, o me quede como un idiota esperando una llamada que nunca llegará. O mandando unos mails que nunca serán contestados....