martes, 29 de enero de 2008

MI MUNDO INTERIOR

Me gustaría sentir la misma paz interior
Que cuando hago el amor,
Por que a veces me siento perdido por mis
Caminos internos, por mis senderos
Ocultos que a veces inconfesables
Secretos ocultan en el más profundo
E interno seno de mi mente.
En el bosque más oscuro que oculta
Las cosas que alguna vez me hicieron
Mucho daño, aquellas cosas que quizás
Nunca deban encontrar la salida del
Tenebroso conjunto de árboles que
Significan mis barreras mentales,
Simples e infantiles obstáculos que
No logran del todo su objetivo, y
De vez en cuando salen del bosque,
Estos secretos dañinos y mezquinos
Reapareciendo en mí mente claramente,
Influyendo poderosamente en mi
Actitud, en mi discurrir por la vida,
Que produce preocupación en algunos,
Más bien desden en otros.
Son las razones para que mi ánimo
Se vea deteriorado, mi físico
menoscabado y con menos
Ganas de luchar en esos instantes
Contra los problemas recién surgidos
De quien sabe donde, pero que
También recogen la esencia del mal
Que carcome profundamente las
Raíces de los árboles ,de ese bosque
Que ya saben ocupa lo más íntimo
De mi subconsciente.
Por ello mi equilibrio interior pende
De un hilo, soy como un funambulista
Cruzando un alambre entre dos edificios.
Y algún día quizás, me pegue el trastazo,
Y ya nadie más pueda recoger mis pedazos.
En la que mi mente se convierta si nadie
Lo evita antes de que resbale mi pie,
Y contra el suelo me estampe.

domingo, 27 de enero de 2008

CÓMO EN LA COLA DEL PARO

Agobiado por la situación
indeciso gracias a mi imaginación
cientos de pensamientos afluyen
solos, sin demoras,
sin recesos en mis elucubramientos.

Intento observarlo desde
fuera con detenimiento,
pero acuden a ráfagas esos recuerdos,
que de mí intentar aparto
sin conseguir ni tan siquiera
un rato dejar de pensar en ti,
que tanto me daño me has hecho a mí.

Mi mente se ve destruida,
se nota disminuida y
también aparece obscurecida,
por dejarte a ti
entrar en mi vida,
no existe ya alternativa,
que por tu existencia ya
no se vea comprometida.

Me engañaste vilmente
con aquel individuo.
Sólo era un tio más
con el que pasabas
el rato, otro imbecil
con el cual te entretenias,
otro que quizás en un tiempo
piense lo mismo que yo,
que aburrimiento.

Sólo era uno más en tu
larga lista de ligoteos,
de frecuentes manoseos,
de abundantes escarceos,
y tú nunca pensarás
en a los que pisas,
en todo lo que dejas detrás.

¿Qué importa, si a ti
te da exactamente igual?
Ese hombre y yo, somos
2 victimas más, de
la peligrosa mujer en
que te convertiste nada
más púber comenzar a ser.