miércoles, 14 de noviembre de 2007

Ojala nunca ocurra...

Si lo nuestro se acabase
algún día, de repente
una nube de sufrimiento
se aparecerá al amanecer,
negros nubarrones se
destacarían para mi ser.

Empezaría mi padecer,
como si algo dentro de mí
se desgajase rompiendo
mi ser, pudiendo resultar
que mi vida cambiase
para nunca más
el mismo volver a ser.

Por que seria la última vez,
que quisiese sufrir de nuevo
por la misma historia una y
otra vez, decidiendo
“pasar” de nuevas movidas
que siempre acaban con
el mismo resultado

Un corazón cada vez más
cansado de ser retroquelado
cada vez por distintas
manos, y al final en
un amasijo de hierros
cual un coche viejo
terminaria acabando, y
quedando imposible
de recuperar.