viernes, 1 de octubre de 2010

Ya no estás…

No hace mucho
Eras parte de nuestras vidas,
No hace tanto te escapaste de ellas,
Dejando un poco más vacías
Nuestras existencias,
Dejando un poco más solas
Nuestras de horas de penitencia,
Cuando aún miramos esos lugares
Donde tú a veces estabas,
Donde comías, donde dormías,
Donde al fin y al cabo,
Tú a nuestro lado vivías.
Pero un buen día, sin avisar…
Te fuiste, nos dejaste…
Sorprendido yo miraba
tu forma ya sin vida,
Que por el borde de la sábana,
Aún tu ya nívea piel asomaba.
Dejaste placidamente esta existencia,
Pasaste a otro lugar… supongo que mejor.
Sólo espero que allí sigas riendo
Mucho más que en tu vida terrena,
Y des mucha caña allí,
Donde tú creas.
Que navegues en un mar eterno,
Que surques las aguas sin tiempo,
Que nunca haya galernas
Que perjudiquen tu singladura,
Ahora descansa,
Que en nuestras mentes y corazón
Tú seguirás residiendo…
Para tu mujer, hijos y nieta…
Tú sigues existiendo

A José Antonio Molina,
11-1927 / 7-2010



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