miércoles, 3 de octubre de 2007

La felicidad

Un día creí encontrarla
cuando una chica conocí,
más pronto cuenta me dí,
de que era solo era un simple espejismo
cual reflejo en el agua de un estanque.

Tan solamente una vaga esperanza que
siempre se diluye entre amargas chanzas
del destino que abre poderosas sus fauces
dispuesto a hundirme en la desesperación.

La felicidad me rehuye, debe de ser
que solo se ha hecho para que sea feliz
nada más que la gente que nunca pecó jamás.

Es una triste vacilación el pensar que me sonríe,
cuando creo ver que ella está conmigo,
en seguida me doy cuenta de mi inconsciencia,
amarga y triste, dura y difícil
frente a los vaivenes de mi vida,
la cual destaca entre pocas
como una existencia vacía, cruel y
a veces un poco loca, como yo.

Y soy incapaz de hallar sentido
a tamaña locura, pues todo
esto quizás solo quiere representar
que nunca lo seré jamas, nunca
conoceré la felicidad.

Ella va paralela a mí,
pero cuando intento alcanzarla,
ella va y me adelanta,
y se burla siempre de mí.

Y que esta reflexión sirva
para que quizás, alguien lo lea
y piense, "yo no quiero acabar así",
pensado que yo soy solo un pobre
infeliz, ello tal vez le ayude a sentir
que aun quedan esperanzas de
salir de aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La felicidad no se busca,porque el tiempo que se emplea en buscarla.......ese tiempo no somos felices ,precisamente por estar obcecados buscandola.La felicidad,llega por si sola,a veces se hace de rogar,pero.......llega.