Terminada la guerra de Troya Ulises debe volver al hogar, pero entre unas cosas y otras su regreso llevará algún tiempo.
En una de las paradas obligadas llegan a la isla de los lotófagos donde sus habitantes consumían lotos. Esta flor les producía un agradable sopor que les hacía olvidar los pesares y dolores, tres de los compañeros de Ulises probaron la flor y desde ese preciso momento su deseo de regresar al hogar desapareció, encontraron una calma y una placidez como nunca habían gustado.
Pero Ulises necesitado de todos los brazos de su embarcación, arrancó de su placidez a aquellos pobres desgraciados y los embarco de nuevo.
Loto que hace olvidar penas dolores y problemas, lástima que en el mundo real esta planta no tenga esa utilidad, porque vendría muy bien en algunas ocasiones para tratar situaciones que tardan en diluirse en el tiempo y que van destilando dolor, pena y lamentos.
Ard C
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